Justificación
Colombia es un país que a lo largo de su historia ha vivido y aún siguen presentes diversas problemáticas sociales, las cuales han dejado huellas negativas en su población. Dentro de ellas, se puede hablar de la desigualdad, discriminación, e inequidad, las cuales han puesto su cuota para forjar una sociedad violenta.
Si bien la constitución del 1991, promulga una serie de derechos que favorecen a los ciudadanos, estos no son respetados en algunas ocasiones ni por la justicia Colombia ni por los mismos ciudadanos. Dentro de dichos derechos es importante para la presente investigación académica, resaltar el artículo 52 enmarcado en el capítulo 2 de derechos sociales, económicos y culturales, el cual menciona que “El ejercicio del deporte, sus manifestaciones recreativas, competitivas y autóctonas tienen como función la formación integral de las personas, preservar y desarrollar una mejor salud en el ser humano. El deporte y la recreación, forman parte de la educación y constituyen gasto público social” Artículo 52 (2000). Dicha importancia se debe a que el principal objetivo de la investigación es generar para la comunidad acciones comunicativas que ayuden a promover y visibilizar las dinámicas culturales de las mujeres que practican Rugby teniendo en cuenta el imaginario colectivo de los cucuteños, orientado al mejoramiento del deporte.
El inicio de esta práctica en Colombia data aproximadamente en los años 80; sin embargo, en los años 90 surge la idea de promover y difundir este deporte a través de las universidades. En la actualidad este deporte es practicado tanto por hombres como mujeres, los cuales se esfuerzan y trabajan para desarrollar destrezas físicas y motoras, que favorezcan un desempeño óptimo dentro del campo de juego, ya que dicho deporte se caracteriza por un contacto físico fuerte y contundente hacia la integridad física del oponente. Es por estas características de juego, que la sociedad ha generado prejuicios negativo y estigmatizado de violentos a las personas que se dedican a tal deporte. Pero en el caso del género femenino estos prejuicios tienen un impacto mucho más negativo, debido a los estereotipos de comportamiento y estética impuestos por la sociedad hacia las mujeres. Dentro de estos prejuicios que más limitan su participación en el deporte es el temor a volverse musculosas, con lo que se desmerita su valoración estética según los parámetros de belleza en la actualidad (García, Flórez, Rodríguez, Brito y Peña; 2008).
El rol del comunicador social en esta problemática radica en generar canales y herramientas favorables de comunicación e interacción entre el colectivo, permitiendo así un impacto en el cambio social. Según Gray (citado por Díaz y Morales; s.f.) este proceso se denomina comunicación para un cambio social, que se basa en:
“Un proceso de dialogo privado y público, a través del cual las gentes deciden quiénes son, qué quieren y cómo pueden obtenerlo. Por cambio social entendemos un cambio en la vida de un grupo social, de acuerdo a los parámetros establecidos por ese mismo grupo. Esta aproximación busca especialmente mejorar las vidas de los grupos marginados (tanto política como económicamente), y está guiada por los principios de tolerancia, la auto determinación, equidad, justicia social y participación activa de todos” (Gray, Deane, 1999).
De acuerdo con Alfonso Gumucio (2003), el comunicador para el cambio social requiere de tres competencias:
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“El nuevo comunicador debe comprender que la tecnología es una herramienta y nada más que una herramienta. La tecnología puede apoyar el proceso de comunicación, pero este no puede depender totalmente de ella….”
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“El nuevo comunicador debe entender profundamente que la comunicación para el cambio social trabaja esencialmente con culturas y que se necesita una sensibilidad muy especial para apoyar el proceso de cambio social en el mundo en desarrollo, que no tiene nada más a que aferrarse que a su identidad cultural….”
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“El nuevo comunicador debe estar familiarizado con el siguiente concepto: en comunicación para el cambio social el proceso es más importante que el producto. En periodismo, los artículos, los documentales de vídeo o los programas de radio son resultados valiosos para un profesional experimentado. Pero en cambio social y desarrollo, el proceso de comunicación con la gente y dentro de las comunidades es más importante que las ayudas impresas o audio-visuales que puedan surgir de esa dinámica. Es en el proceso de comunicación y participación que se inicia el cambio social.”
Estas competencias determinaran nuestra labor como agentes de cambio social en las mujeres que practican rugby. Gumucio también plantea que nuestra experiencia abarca desde:
Por todo lo anterior, la presente investigación a través de su principal objetivo, busca equilibrar las percepciones entre quienes practican el rugby y quienes residen en sus alrededores, con relación a las dinámicas culturales. Para ello se pretende implementar material audiovisual y generar espacios de comunicación en el cual se permita reflejar las capacidades, comportamientos, aptitudes y actitudes positivas de las rugbiers dentro y fuera del campo de juego, y así mismo dichos espacios favorezcan la interacción entre los rugbiers y la sociedad.

“Diseñar estrategias de participación para proyectos de desarrollo a nivel comunitario, facilitar la formación de redes entre las organizaciones no-gubernamentales y/o producir materiales de educación. Esta flexibilidad en el uso de estrategias de comunicación en varios contextos culturales da una capacitación sin igual.” (Gumucio, 2003)